1 jun 2016

La Familia Joneses


A lo largo del tiempo las necesidades de los seres humanos se han vuelto más complejas, día a día demandan nuevos productos que además de satisfacer la necesidad principal, satisfagan las necesidades de auto realización de los seres humanos, es por ello que los productos cada vez se vuelven más sofisticados y lujosos, tienden a ser personalizados y se enfocan a un sector específico de la población.

Es por ello que la película amor por contrato refleja la realidad que estamos viviendo en cuanto a la influencia que tienen las marcas en nuestra manera de pensar y de sentirnos frente a la sociedad, una sociedad que es consumista y busca nuevos productos con características inigualables.

En la película amor por contrato podemos observar como la mercadotecnia va buscando nuevas formas de hacer llegar los productos a las personas, y la manera en que realizan la venta es muy innovadora, ya que no se basa en una campaña publicitaria común, sino en la experiencia que los productos generan en la familia que los utiliza, por lo que motiva aún más a las personas que los rodean a adquirir los productos.

"El comportamiento del consumidor abarca los pensamientos y sentimientos que experimentan las o personas, así como las acciones que emprenden, en los procesos de consumo."

Como podemos ver en la actualidad es muy común que las personas se dejen llevar por situaciones superficiales, o bien imiten o quieran tener los productos que otras personas poseen, ya que pensamos que vamos a lucir igual o que vamos a obtener un grado de reconocimiento más alto en la sociedad, sin embargo no evaluamos bien las necesidades ni los beneficios que vamos a obtener con los productos, por lo que tomamos decisiones de compra apresuradas y como consecuencia nos encontramos viviendo en un mundo consumista, donde cada día los productos y servicios son los que marcan el futuro del mundo. 

En la película podemos encontrar situaciones en las que las personas que rodean a dicha familia se ven influidas por el estilo de vida que ellos llevan, por lo que adquieren los productos que usan, es aquí donde entran los pensamientos y sentimientos de los consumidores, ya que creen que al momento de tener los mismos productos van a vivir de la misma manera que ellos, y van a proyectar lo mismo que ellos, por lo que no es la función del producto lo que los motiva a realizar la compra, sino el status y el reconocimiento que van a obtener por tener dicho producto.


La Gran Oferta



Virgil Oldman es un hombre solitario, un excéntrico experto en arte y agente de subastas, muy apreciado y conocido en todo el mundo. Este tipo de consumidores, son personas que entienden el arte de forma distinta a lo que acostumbramos el resto de aficionados al mismo. Para ellos el simple hecho de observar es un placer desmesurado. Su paladar para el arte es tan selecto como para las personas, pero todo su universo se pondrá patas arriba cuando se tope en su camino con alguien que no se lo pondrá todo en bandeja. Se trata de Claire, una joven que padece agorafobia y que se parapeta en su mansión y que le encomienda la tarea de tasar sus obras de arte y subastarlas. 

Retomo aqui el tema de la cultura audiovisual o en este caso, la cultura del arte. El protagonista refleja una fuerte pasión por el arte, del cual de cada pieza recoge el impacto que genera sobre el y sea artísticamente (sentimientos), técnica o históricamente. Ese deseo de poseer arte, algo único e irrepetitivo, le lleva al vicio de la exclusividad, que sobrepasa los limites de la materialidad llevándolos a dueños del tiempo del creador. Quiero decir, el tiempo del artista dedicado a un solo objeto, mas que el resultado, es lo que el protagonista posee. 


La Revolucion Virtual I y II. El Precio de lo Gratuito



“Si no estás pagando por algo, entonces tú eres el producto que se vende.”

Este vídeo se trata de explicar un poco este concepto, y como desde distintas perspectivas, vamos decantando en las mismas conclusiones respecto al valor de la información personal. Así como la evolución de los medios comunicacionales hicieron que el valor de los productos digitales/intelectuales se comporten de forma distinta al de los productos materiales, y por lo que, analizarlos y considerarlos de la misma manera puede llevar a contradicciones gigantes. Es decir, en las producciones intelectuales de fácil distribución el precio se hace asintòtico en cero y cualquier política empresarial que intente obtener ganancias de los mismos está destinada a usar la fuerza (copyright) y luego a fracasar. No hablamos de un cambio hacia un paradigma novedoso, sino de un cambio de medios que nos devuelve hacia una tradición primal del ser humano: “compartir”.

En el doble discurso de los monopolios de la información, esto está muy presente y es por ello que, a pesar de que se pena a quienes comparten conocimientos, cultura, etc por otro lado se incita a “compartir y abrir la vida”.